Por un pasillo de sinfonías drenan etéreas palabras
que vuelven de algún lugar
calando la tranquilidad de mi alma.
Y fluyen disipando un sueño
que aún lo guardo para mañana.
Para cuando ya no volvamos atrás las miradas
Y se devoren nuestras bocas… tanta espera encarcelada!!…
Tantas plegarias a Dios…
y tanta vida dormida en la nada.
Volver a encontrarnos en la esquina que construimos.
En los laberintos de esos pensamientos que nos enlazan…
Donde se gesta el final de nuestra historia…
Donde ya no miraremos el calendario
Donde comprenderemos que valió la pena buscar
Y volver a hallarnos…
Desertar de la angustia de verse sin querer mirarnos
Abandonar el dolor que produjo el crecimiento…
Tal vez nos resulte tan extraño..! si! Tal vez…
Comprender que estamos preparados para emprender el rumbo a esa dimensión
desconocida….
Donde la única fuerza que existe es el amor.
Allí es nuestra cita:
Donde convergen dos vidas urgidas,
Con marcas en el alma…y un pasado agrietado.
Seremos “nosotros” en la esquina de nuestras miradas…siempre postergadas…
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Caricia al alma